Una mañana de Septiembre,comencé haciendo tai-chi, necesitaba un poco de tranquilidad, así que comenzar en Japón, era una buena alternativa.
Como me gusta conversar y disfrutar con mis amigos, los invité de a uno a medida que se conectaban y fueron llegando en diferentes momentos.
Luego Luis, después Homero que se quedo muy poco y volvió cuando
se sumó mi querida amiga Maky,que hace unos días no veo, tal vez porque tenemos los horarios medio complicados en nuestra vida real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario